En tus manos te pongo a mi enfermo, para que con tus poderosas manos sabes su dolor y su sufrimiento provocado por esta enfermedad.
Yo sé que tienes el don de curar a los enfermos, por eso te hago esta oración.
Quién conmigo, quien contra mi, en el abismo de la muerte sálvanos, y en el lecho de enfermedad curamos mi buen pastor.
Alabanzas y gloria a tu nombre, porque tuyo es el reino donde yo camino.
Te pido por la sanación de:
(Aqui puedes decir el nombre de tu enfermo).
En tus manos está el don de la sanación, el don de la vida, y de la resurrección.
Con estas palabras te pido la fuerza para que los doctores encuentren la cura de su enfermedad, que con tu poderoso manto cubras el cuerpo de mi enfermo y con tu adoración divina lo ayudes a recobrar la fuerza en sus músculos, en sus órganos, y en sus celulas.
Que la luz de Dios sirva de medicamento para sanar su cuerpo, alma y mente. Que lo hagan fuerte y lo ayuden a levantarse de esa cama donde a estado postrado.
Gracias Dios mío por darme la fortaleza para servir de enfermera y de pastora; te pido que esta misma energía que siento en estos momentos me permitas conservarla hasta que pueda ver sano y feliz a mi persona enferma.
Se que tú tienes una luz divina y radiante. Por eso me alegro de que estrés apoyándonos en estos momentos duros y dolorosos.
Tu eres quien nos da la fuerza mi querido Jesús ante el dolor que está enfermedad ha traído a nuestra familia.
Gracias por no dejarnos desamparados entre las tinieblas. Yo sé que nos darás la sanción y nos ayudarás a recobrar la vida que teníamos.
Te agradezco que sigas a nuestro lado nuestro guía y maestro en la salud y la enfermedad.
Amén
