Tu que nos enseñaste que la envidia es el veneno del alma. Te pido con esta oración que alejes a todas las personas que tengan este sentimiento hacia mi.
Y que a mis amigos y familiares que el diablo los ha envenenado con este sentimiento, te pido les cures el alma y el corazón; para que dejen de sentir este sentimiento que pudre los corazones.
Se que tu me protegerás con tu precioso manto de este mal sentimiento que es provocado por el mismo satanás y sus demonios.
Por mi parte te pido perdón de todo corazón si es que alguna vez sentí envidia por alguien, por sus cosas, o por su forma de vida. Con esta oración te pido la pureza de mi corazón y mi mente, y la purificación de mi alma, para liberarme de las raíces de la envidia.
Dios mio, te ofrezco un corazón puro y simple, que sólo se alegra con aquello que tiene.
De la misma forma te pido me protejas de los envidiosos que sólo buscan perjudicarme en el trabajo, en la iglesia, en el mercado, en la escuela, o hasta en mi misma casa.
Por favor Dios mio abreles los ojos, y hazles entender que lo que ha llegado a mi ha sido fruto del esfuerzo, y de la suerte que tu haz puesto en mis pasos.
Hazles ver que a ellos también les pueden llegar cosas iguales o mejores si abren su corazón hacia ti mi Dios.
Te lo pido con todo mi ser, mi querido padre celestial, cúbreme con tu poderoso manto de estos celos enfermizos que han envenenado el alma de las personas que estan a mi al rededor.
También te pido que protejas cualquier objeto o cosas que provoquen envidia, y que toda esa energía negativa se convierta en más cosas positivas hacia mi.
Porque como me haz enseñado, su envidia me hace más fuerte.
Amén